Brasil está de luto
Aunque fueron creadas antes del triunfo de Bolsonaro, las obras de los brasileros Paul Pi y Poliana Lima presentadas en el Mes de Danza de Sevilla parecen premonitorias
Texto_OMAR KHAN Foto_LUIS CASTILLA
Sevilla, 4 de noviembre de 2018
Ninguna de las dos propuestas brasileras del Mes de Danza 2018, aún en curso, fue estrenada después del sorprendente giro hacia la derecha que supone el triunfo de Jair Bolsonaro pero, de alguna manera y cada una por razones distintas, ahora aparecen premonitorias o al menos, coinciden ambas en una visión oscura y pesimista muy alejada del cliché brasilero de la alegría, la samba y el jolgorio.
Es cierto que el solo Ecce (H)omo, del bailarín y coreógrafo brasilero Paul Pi presentado el pasado jueves 1 de noviembre en el Teatro Central sevillano, no alude directamente a la nueva situación de Brasil pero no es del todo ajeno y el gesto del artista, que salió a saludar con un cartel que rezaba “Brasil está de luto. Brasil está en lucha”, no es una excentricidad ni una salida de tono, sino una legítima necesidad de mostrar su rechazo.
Hasta hace poco Paul era Paula y su obra, un solo sobrio y elocuente, alude directamente a ese proceso siempre difícil de cambiar de sexo por el que está atravesando. La obra es, en apariencia, la reconstrucción de la coreografía Afectos Humanos, de la creadora alemana Dore Hayer (1911-1967), que consta de cinco episodios, correspondientes cada uno a un sentimiento humano: vanidad, deseo, odio, miedo y amor. Los segmentos aparecen hilvanados -y aquí la aportación personal del artista-, por una suerte de soliloquios reflexivos en los que va mostrando en directo su transformación física al pegarse barba, bigotes y vello en el pecho. La danza, precisa y limpia, intenta expresar distintos estados anímicos y se complementa con los intervalos hablados, en los que Pi disecciona las motivaciones de la obra y las suyas propias, en una suerte de conferencia bailada. Para alguien como Paul/a Pi la nueva situación de Brasil, con un gobierno que alardea de su homofobia, el futuro es ahora un enigma.
Hueco
La potente imagen de Poliana Lima vestida de vedette del Carnaval de Río totalmente de luto, en negro cerrado, es sin duda la mejor metáfora del Brasil de Bolsonaro, en lo que parece una respuesta literal a la declaración de duelo de Paul Pi el día anterior. Creado el año pasado, el solo Hueco que como indica su nombre va en buena medida del vacío existencial de su autora, pasó de ser una premonición el día de su estreno a una realidad tras el triunfo de la derecha, en su presentación dentro del Mes de Danza de Sevilla en el Teatro La Fundición el pasado día 2 de noviembre. Aunque cambió Brasil por España, la joven creadora brasilera anclada en Madrid(en la foto) ha abordado siempre en su corta pero contundente carrera el asunto de la identidad (y de su identidad) en obras inquietantes en las que Brasil y la relación de amor-odio que ha tenido con él, es siempre un marco y una referencia, como ocurría en Atávico. No lo es menos Hueco, un solo introspectivo y sobrio, que exige complicidad emocional con el espectador y que se sostiene por la atmósfera, a veces emotiva, a veces inquietante y oscura, que consigue crear en complicidad con la música en directo de Vidal. El solo se mantiene austero y desnudo, centrado exclusivamente en la indiscutible expresividad y contención corporal de Lima, que en ese tono nos conduce hábilmente hacia ese grand finale, triste, espectacular, melancólico, revelador, con aires de tragedia…
El Mes de Danza de Sevilla, en la celebración de sus 25 años, prosigue hasta el próximo domingo 11 de noviembre con entre otros, estrenos de Alberto Cortés y Andrea Quintana, Alexander Vantournhout & Bauke Lievens, Karlik Danza Teatro y la tradicional fiesta de clausura Ahora bailo yo, este año a cargo de La casquería.
