CUERPOS VIRTUOSOS, NARRATIVA CONFUSA
Debutó anoche en el Festival Julidans, de Ámsterdam, la compañía candiense Out Innerspace Dance Theatre, con su obra ‘Bygones’. Fuimos a verlos y esto nos pareció...
Texto_MARÍA INÉS VILLASMIL Foto_ ALISTAIR MAITLAND
Ámsterdam, 10 de julio de 2022
Ante una propuesta como la de la compañía Out Innerspace Dance Theatre no podemos dejar de pensar en el extenso legado que grandes creadores canadienses nos han dejado teniendo en la puesta en escena su gran aportación. Gilles Maheu y su Carbono 14, Robert Lepage, Marie Chouinard, el Circo del Sol y, en este caso, muy especialmente Crystal Pite y su compañía Kidd Pivot. Y es que David Raymond y Tiffany Tregarthen, los dos directores, son a su vez miembros activos de esta relevante agrupación que hace apenas semanas estuvo debutando en nuestra capital en el marco del Festival Madrid en Danza. Con su obra Bygones también debutaba anoche en el Teatro Bellevue de Ámsterdam este joven colectivo canadiense, dentro del Festival Julidans, uno de los eventos de danza más relevantes de la ciudad holandesa cada verano.
Bygones es una obra cargada de innumerables escenas coreográficas e ilusionismo, un espectáculo de setenta minutos de duración con un discurso visual y coreográfico extremadamente minucioso. La iluminación, y los efectos visuales y sonoros, dan a la propuesta un aire bastante cinematográfico, en el que el trabajo corporal se va hilvanando. Recursos como flash backs, trucajes y una banda sonora que a ratos se mezcla con el sonido en vivo, la hacen interesante, pero esta extensa variedad de efectos no parecen apoyar una narrativa sólida.
El cuerpo es, sin duda, un gran elemento en el espacio y el grupo de bailarines (Elya Grant, David Harvey, Renée Sigouin y los dos coreógrafos) son realmente virtuosos, pero la coreografía invita con frecuencia a disfrutar solamente del cuerpo en movimiento, y surge la duda de si para ello era necesario una puesta tan cargada y elaborada. El discurso permanece siempre en la superficie y no consigue llegar al espectador.
La obra aparece notablemente influenciada por el trabajo de Crystal Pite. Piezas suyas como Revisor (la que vimos en Madrid) o Betroffenheit pasan por ser una clara referencia para este espectacular discurso de fascinantes cuerpos virtuosos. Pero ahí donde los trabajos de la célebre coreógrafa, que acaba de triunfar con Body & Soul, montada para el Ballet de la Ópera de París, tienen una profundidad en el discurso narrativo y la dramaturgia que justifican la complejidad visual y corporal, Bygones se queda en la superficie, se alimenta de su estética. Sus contenidos se hacen poco tangibles, generando más preguntas que respuestas.